Quedan cuatro jornadas intensivas de carrera. Hasta Briançon la carretera sube “suavemente”. A continuación, los corredores tienen que superar el puerto de Montgenèvre, bajar, volver a subir por Sestrières y volver a bajar para llegar a Pinerolo. Les quedará entonces el Pra Martino, una pequeña rampa de 7 kilómetros con un porcentaje nada desdeñable. Aquí podría imponerse un corredor suficientemente bueno en la montaña como Cadel Evans, puesto que el final, que permite conmemorar el 150 aniversario de la unidad italiana, no ofrece porcentajes muy elevados. Se trataba de una ocasión perfecta para acceder al deseo de Pinerolo de acoger desde hace años una etapa. Aunque la ciudad está cerca de la frontera, constituirá la única incursión fuera de Francia de la presente edición”.
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