Severiano Ballesteros, uno de los más grandes jugadores de golf de todos los tiempos, ha muerto en su casa de Pedreña (Cantabria) a los 54 años, tras haber luchado durante los últimos dos años y medio contra un tumor cerebral, según ha confirmado su familia.
El fallecimiento de Seve Ballesteros se produjo sobre las 02.10 horas (00.10 GMT) en la madrugada del sábado, ha explicado a la puerta del domicilio de Pedreña su hermano Baldomero, que ha declinado hacer más declaraciones y ha pedido que se respete la intimidad de la familia en estos momentos.
En octubre de 2008 se le detectó un tumor cerebral que le obligó a pasar cuatro veces por el quirófano. En las últimas semanas, su salud se había ido deteriorando progresivamente y, de hecho, su familia ya adelantó ayer que su estado era crítico.
Tras la convalecencia por las operaciones a las que fue sometido en el Hospital La Paz, en Madrid, Ballesteros regresó a su casa de Pedreña en diciembre de 2008 y reapareció en público el 3 de mayo de 2009, cuando acudió al palco del estadio de El Sardinero para presenciar un partido entre el Racing de Santander y el Almería.
El cáncer ha arrebatado hoy al deporte español su primer icono universal, Severiano Ballesteros, un talento admirado en medio mundo mucho antes de la globalización, pero también ha puesto negro sobre blanco la dimensión de su leyenda, capaz de seguir abriendo informativos en cualquier idioma sin necesidad de muchas más palabras que estas: "Ha muerto Seve".
El fallecimiento de Seve Ballesteros se produjo sobre las 02.10 horas (00.10 GMT) en la madrugada del sábado, ha explicado a la puerta del domicilio de Pedreña su hermano Baldomero, que ha declinado hacer más declaraciones y ha pedido que se respete la intimidad de la familia en estos momentos.
En octubre de 2008 se le detectó un tumor cerebral que le obligó a pasar cuatro veces por el quirófano. En las últimas semanas, su salud se había ido deteriorando progresivamente y, de hecho, su familia ya adelantó ayer que su estado era crítico.
Tras la convalecencia por las operaciones a las que fue sometido en el Hospital La Paz, en Madrid, Ballesteros regresó a su casa de Pedreña en diciembre de 2008 y reapareció en público el 3 de mayo de 2009, cuando acudió al palco del estadio de El Sardinero para presenciar un partido entre el Racing de Santander y el Almería.
El cáncer ha arrebatado hoy al deporte español su primer icono universal, Severiano Ballesteros, un talento admirado en medio mundo mucho antes de la globalización, pero también ha puesto negro sobre blanco la dimensión de su leyenda, capaz de seguir abriendo informativos en cualquier idioma sin necesidad de muchas más palabras que estas: "Ha muerto Seve".
Mi mas sentido pesame a la familia. Se va un grande del deporte español, y se queda toda una vida dedicada a ello, por eso gracias Seve. Hasta siempre.
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